Tercera sesión, la cultura visual y los graffitis.

Como cada lunes, a primera hora de la mañana hemos empezado con la tercera sesión de las clases de IKT, y continuado con el tema #begiradaanitzak. Esta sesión de hoy ha sido un poquito más especial, ya que cuando he ido a nuestra clase habitual, me he encontrado con una nota donde decía que la clase de hoy la daríamos en el aula de psicomotricidad. 

Para empezar, hemos estado hablando sobre la cultura visual en nuestra sociedad, sobre la importancia que tienen las imágenes hoy en día y de los mensajes que pueden llegar a transmitir. Además, hemos visto un par de vídeos donde ésto se reflejaba. Me ha sorprendido mucho la importancia que le damos normalmente a los mensajes escritos, y la poca importancia que damos a las imágenes. A veces, éstas pueden contradecirse entre sí pero podemos no darnos cuenta de ello. Lo hemos demostrado hoy gracias a la siguiente obra de Kruger: 

A parte de eso, hemos dialogado sobre la relevancia que tiene en la construcción de identidades infantil, así como el papel que tenemos las maestras. Al acabar, hemos empezado a trabajar la diversidad a través de los graffitis. Primero hemos realizado una actividad corporal para expresar con nuestro cuerpo diferentes emociones que podemos tener las personas. Además, en algún caso hemos tenido que expresar ciertas cosas a través de la comunicación no verbal. Para continuar, hemos realizado un graffiti en papel basándonos en el incidente crítico de nuestra pareja y hemos disfrutado de nuestra habilidad artística, por decirlo de alguna manera. También realizaremos otro graffiti con otro incidente critico de nosotros a través de la tecnología pero ésto lo haremos el próximo día. 

Finalmente, nos hemos sentado en un circulo y hemos comentado la clase de hoy. Ha sido muy interesante ya que hemos hablado sobre la importancia de trabajar los sentimientos en Educación Infantil y cómo hacerlo. Ha quedado claro que es muy importante la gestión de emociones en niños, pero también lo es en los adultos. Para hablar hemos tenido que coger un churro como micrófono, y me ha gustado mucho ya que ha sido muy divertido.