Snowden

La película que hemos visto en IKT llamada Snowden trata de una película basada en hechos reales. En ella podemos ver hasta qué punto puede una persona obtener datos de cualquiera de nosotros o de las personas que utilizan internet, ordenadores, móviles...  

El protagonista, Edward Snowden, es un informático profesional que trabaja en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y filtra información que obtiene de su trabajo a los medios de comunicación.

Muchas veces no nos damos cuenta de cuantos datos personales podemos dejar en las redes o cómo, aunque nos parezca imposible, una persona puede obtener todos los datos de nuestros móviles, ordenadores o redes sociales a través de un solo programa informático. A veces, pueden llegar a entrar hasta en nuestro propio móvil, es decir, controlarlos por completo. Ésta película intenta hacernos ver éstos peligros. 

La primera escena la que me a llamado mucho la atención ha sido cuando el propio Edward Snowden utiliza una manta para ponérsela por encima  y poder escribir una contraseña para que nadie la viera. Esto me ha hecho reflexionar a cerca de la importancia de utilizar contraseñas seguras y a guardarlas muy bien. Utilizamos y creamos muchas contraseñas cuando navegamos por internet y a veces me parece que al ser una cosa tan habitual se nos olvida lo importante que son. Al final, una contraseña puede esconder y guardar muchísimas cosas sobre nosotros. 

Otra de las escenas que me ha parecido muy curiosa ha sido cuando Snowden espera a la que será su chica en una cafetería. Cuando aparece Lindsay, le dice: ¡por fín, después de estar tanto tiempo chateando!. Me ha llamado mucho la atención esa frase, ya que hoy en día algunas personas hablan con personas que no conocen de verdad o que nunca hayan estado con ella. Es verdad que puedes conocer una parte de esa persona a través de internet, pero en mi opinión nunca lograrás conocerla al 100%. 

Cómo no, el momento en el que Snowden logra sacar la tarjeta de memoria del lugar en el que trabaja, con todos los datos que tiene, es el momento que más me ha emocionado y más me ha gustado. Al tener tanta seguridad para poder salir de allí e intentar pensar cosas casi imposibles y difíciles, ha sido tan "fácil" como pasarle el cubo Rubik al segurata y pasar él por todos los controles. Al final, muchas veces intentamos hacer o pensar cosas complicadas sin darnos cuenta de que puede tener una solución sencilla.